28 abril 2024

DESMONTANDO MITOS (II). Uniformidad.

Decía el domingo pasado en DESMONTANDO MITOS (I) que hay cada vez más situaciones, dichos, acciones o ideas totalmente asentadas y normalizadas que se dan por buenas y por verdaderas cuando realmente no lo son y que uno de los aspectos en los que se dan mucho los mitos es en la uniformidad y en la policía del personal militar. Ya hablé de la policía y hoy toca hacerlo de la uniformidad. 

¡Ay! la uniformidad, nunca  bien definida y comprendida. La uniformidad, que no encierra mérito cuando la confección y el diseño nos son gratos y llevaderos. La uniformidad, que reviste su verdadero valor cuando la ignorancia aconseja lo contrario a lo que se nos manda, cuando el capricho pugna por levantarse en íntima rebeldía o cuando la arbitrariedad o el error van unidos a la permisividad del mando.

Pero concretamente ¿qué es la uniformidad? Pues es la cualidad de que todo sea uniforme, igual, idéntico, coincidente, consonante y homogéneo, lo que en demasiadas ocasiones dista mucho de ser lo que se ve por ahí; en ocasiones por desconocimiento de las normas (les importan un bledo) y muchas veces "porque yo lo valgo". Y es que gusta demasiado por aquí, al igual que pasaba en el ejército de Pancho Villa, ser diferentes y querer tener cada uno su punto particular cuando viste uniforme. 

Uniforme quiere decir una forma, todo de la misma forma. ¿Será este el motivo de que cada vez se tiene más la puñetera manía de llamar traje al uniforme militar como queriendo autojustificarse de que un traje no tiene por qué ser uniforme? ¿O el motivo de llamar traje al uniforme es que cada vez nos volvemos más civilacos y vamos dejando de usar el adecuado vocabulario militar? El traje es lo que llevan los civiles; los militares usamos uniforme (aquí iría un taco y el emoticono de cabreado).

Sobre las numerosas alteraciones con las que se tunea el uniforme podríamos estar hablando durante semanas; por este motivo y porque desgraciadamente ya me voy quedando sin fuerzas y empiezo a tirar la toalla en mi pretensión de que se use el uniforme con corrección, haré un breve resumen de los casos más sangrantes que me hacen daño a la vista cuando los veo, a ver si hubiera suerte y sirviera para que, al menos los que desconocen la norma rectificaran sus faltas de uniformidad. Sé que los del "porque yo lo valgo" ni leerán este incómodo artículo.

Para que no se me diga que hablo de normas que igual están ya derogadas, me voy a remitir a las últimas normas en vigor, tanto a la Orden Ministerial de Uniformidad para las FAs de 2016 como a un par de instrucciones generales del Ejército de Tierra de 2022.


PRENDA DE CABEZA

Empecemos de arriba abajo. En los últimos años ha aparecido de golpe una sorprendente moda de no descubrirse en el interior de un edificio. Aunque es algo muy generalizado, en La Legión es más acusado. Recuerdo más de una vez, al llegar los nuevos tenientes y sargentos procedentes de la academia, verlos en el pasillo esperando para presentarse con la teresiana en la mano. Al decirles que pasaran a mi despacho aparecían con la teresiana puesta en la cabeza. Al preguntarles si en la academia no les habían enseñado cómo presentarse a un superior en su despacho con la gorra en la mano me decían que "es que nos han dicho que en La Legión siempre se entra cubierto en los despachos". ¿De dónde habrá salido ese absurdo y falso mito? 

La Instrucción General 03/22 “Descripción y uso de los uniformes y prendas del Ejército de Tierra" dice en su apartado 9.12.1 que "como norma general, se permanecerá cubierto en el exterior y descubierto en interiores, se esté o no armado. En los actos que incluyan formaciones y se realicen en interiores, todos los asistentes se mantendrán cubiertos como si fuera en el exterior". Queda claro, si bien es cierto que esta IG modifica que en interiores se esté descubierto cuando se va armado, pues hasta 2022 se permanecía cubierto en interiores cuando se portaba arma larga (no, la pistola no se incluía).

Sobre el mito de que en La Legión se entra cubierto en los despachos, recuerdo el caso de un joven oficial que, por destino, fue a despedirse del General Jefe de la BRILEG y tuvo el valor de entrar en el despacho con la teresiana puesta. Anda que tardó mucho el General en decirle que qué carajo hacía cubierto en su despacho.


EMBLEMAS EN LAS SOLAPAS

Otro aspecto importante es la posición de los emblemas de las armas en la solapa de la guerrera o de la camisa de manga corta. El emblema debe ir horizontal y no alineado con el borde exterior de la solapa y sólo en la gabardina el emblema va inclinado, como muestran las siguientes imágenes extraídas de la IG 02/22 "Emblemas, divisas y distintivos en el Ejército de Tierra":




Ejemplo de emblemas mal colocados

PISACORBATAS

El pisacorbatas también es un complemento a destacar. No debe ser visible, salvo en la modalidad B del Uniforme de Trabajo, es decir, cuando se va en mangas de camisa con corbata. "El pasador de corbatas solo será visible con el uniforme de trabajo modalidad “B”, colocándose horizontal y a media altura de los bolsillos de la camisa. En él se ostentará el mismo emblema que le corresponda al portador para uso en las solapas del resto de uniformes, no pudiéndose portar otro distintivo o escudo".


 

CEÑIDOR 

El ceñidor de gala es también objeto de un uso no demasiado adecuado. Debe ir "descansando sobre los ganchos y con la hebilla entre el tercer y el cuarto botón de la guerrera caqui y entre el quinto y séptimo en la azul. Deberá ceñirse lo justo para que se mantenga horizontal, sin formar pliegues o arrugas en la guerrera". Cuando se incumple esto se da un aspecto bastante poco marcial.

En cuanto al de tropa, hay también un absurdo e infundado mito por el que algunos (muchos en algunas unidades concretas) creen que la tropa sólo usa el ceñidor de cuero negro para gala en formación, viendo en demasiadas ocasiones a algunos sin él yendo de gala. En la siguiente imagen se ve un caso que compendia él solito un montón de faltas de uniformidad además de no portar el ceñidor de gala, como son los emblemas de las solapas torcidos, las cruces del Mérito Militar repetidas o el sable de suboficial (recuerdo el artículo sobre el sable).


Podría seguir escribiendo durante horas sobre este asunto, como por ejemplo los pantalones súper arrugados en los tobillos que dan aspecto más de Cantinflas que de aguerrido militar, los complementos que se ponen algunos en el uniforme de etiqueta sobre todo en las bodas porque mola más, la creencia de que la mujer puede llevar indistintamente pantalón o falda con el uniforme azul de etiqueta cuando sólo puede llevar falda con este uniforme, el súper antirreglamentario grupo sanguíneo bordado en la cinta de identificación (galleta, para los que no leen las normas) del uniforme de campaña, las botas de campaña atadas con unos grandísimos lazos tipo Laura Ingalls en la Casa de la Pradera, las también antirreglamentarias botas civiles con el uniforme de campaña (punto 7.1 de la IG 03/22), etc.

Y ya si me pongo a escribir las formas de denominar a los uniformes, ya no acabo en toda la noche. ¿Tan difícil es aprenderse que una cosa es el tipo de uniforme y otra muy distinta la modalidad? No sé cuántas veces habré visto escrito en una norma o invitación para un acto: "Uniformidad. Modalidad A". Cuando leo eso no me queda más remedio que preguntarme si es uniforme de diario, de gala o de especial relevancia. Sé que es la modalidad A, es decir, de invierno, pero no me aclara nada más. Sabemos que en el ET da igual modalidad A, B o C en el uniforme de gala o en el de especial relevancia, pero resulta que, por ejemplo, los Cuerpos Comunes sí tienen diferencia entre una modalidad u otra en estos uniformes. De todas formas, lo que hay que especificar es el tipo de uniforme más que la modalidad, ya que ésta va marcada por el Comandante Militar de cada provincia según la época del año.

Que esa es otra, no podemos ir en manga corta (modalidad C) a un acto en el que los civiles asistan con chaqueta y corbata por mucho que en nuestra provincia ya estemos con uniformidad de verano. Así lo dice la IG 03/22 en su punto 8.4: "Con carácter general, se usará en sus modalidades “A” o “B” en los actos sociales civiles y ceremonias religiosas en las que proceda una vestimenta formal y en los de carácter castrense de cierta relevancia cuando por estar prevista la asistencia de autoridades civiles e invitados se tenga la certeza de que estos vestirán traje, o de forma expresa se exija el traje oscuro, independientemente de la modalidad estacional que rija en el lugar.

Y el tema estrella creo que es el del uso de los distintivos, tanto de permanencia, de título o de mérito que, o hay demasiado desconocimiento, que no creo porque es algo de lo que se habla mucho, o, simplemente, la gente pasa "porque yo lo valgo". Para hablar sobre los distintivos se necesita un monográfico que ya llegará.