10 diciembre 2023

LA MÚSICA MILITAR (y III). Toques de ordenanza.

Tras el artículo del domingo pasado, que daba para mucho más pero que en algún momento había que cortar, hoy hablaremos de los toques de ordenanza o, al menos, de algunos toques de ordenanza, ya que sería largo y complejo hablar de todos los que ha habido a lo largo de la impresionante historia militar de España. 

Como ya escribí en la primera parte de esta serie dedicada a la Música Militar, para conocer el origen de nuestros toques de ordenanza nos tenemos que remontar a los comienzos de la más elemental historia bélica en la que las señales acústicas eran el vehículo transmisor de órdenes. Y de eso se trata, de transmitir órdenes mediante los sonidos de una corneta, generalmente el cornetín de órdenes.


En la página Caballipedia, además de otros muchos asuntos muy interesantes y, aunque con alguna carencia, bastante fieles a la realidad, podemos oír prácticamente todos los toques de ordenanza españoles actuales, que están bastante bien explicados en el RE7-001 Reglamento de Empleo. Toques Militares.

Según el RE7-001, los toques militares se clasifican en:

  • Toques para actos de Régimen Interior.
  • Toques de Orden Cerrado.
  • Toques de Instrucción y Campaña.
  • Toques para la rendición de Honores.
A su vez, estos toques pueden ser:
  • Toques de carácter general (son generalmente todos los de Régimen Interior).
  • Toques de corneta y tambor de Infantería (son prácticamente todos los de Orden Cerrado).
  • Toques comunes de unidades montadas (casi todos referentes a actos de Régimen Interior).
  • Toques de la Caballería.
  • Toques de Artillería Ligera y de Artillería de Montaña (conceptos ya en desuso).

Los de Instrucción y Campaña están totalmente en desuso, aunque llegué a conocer a un romántico que mandaba asaltar a toque de cornetín, como el Teniente Coronel de los paracaidistas británicos en la película Un puente lejano. También lo están los comunes a unidades montadas y para las artillerías Ligera y de Montaña. Por ello, me centraré en los toques de la vida diaria cuartelera (de Régimen Interior) y, sobre todo, en los de Orden Cerrado y Rendición de Honores, pero como no se trata de un resumen del reglamento y como casi todo en El Furriel tiene su pero, comentaré algunos toques concretos de los que muchas veces se desconoce su significado o su correcto y oportuno empleo. 

Una buena costumbre, a veces no demasiado practicada por los militares, es empezar por el principio, y el principio de casi todo toque militar es el toque de Atención en su versión simple o en su versión de Atención General, por lo que comenzaremos hablando de este toque. Todo toque de Régimen Interior debe ir precedido por el toque de Atención, salvo el de Silencio, que suena directamente sin preámbulo. En Orden Cerrado queda a criterio del mando su uso, pero teniendo en cuenta que el criterio debe ser coherente según el significado de cada toque y a quién va dirigido. 

Aquí es donde surge el primer pero. Desde hace muchos años el soldadito español tenía costumbre de poner letra a cada toque para recordar su significado —las letrillas—. El escaso nivel de conocimiento de un soldado de reemplazo sobre el verdadero significado de cada toque les llevó a creer, porque así lo solían oír en una época en la que había muchos generales pululando por los cuarteles casi seguro por la ausencia de SIMENDEF, que el toque de Atención General quería decir que había que prestar atención porque llegaba o estaba presente un general, componiendo su correspondiente letrilla como atención EL general. Sin embargo, en una época en la que sonaban varios toques de Régimen Interior para el ganado, para el personal, para la instrucción, para las teóricas —llamadas academias en esa época—, etc. Se diferenciaba si era un toque para una determinada facción del cuartel o de la unidad, en cuyo caso correspondía el toque simple de Atención o si era un toque para todo quisqui presente, en cuyo caso correspondía el de Atención General. Es decir, el origen del toque no era alertar de la presencia de un general, sino que era un toque con una orden general, vamos, para todo el mundo. 

Hasta antes de 2006 estaba oficialmente claro este concepto, aunque la gente (y no sólo soldados de reemplazo) siguiera creyendo que era el toque de atención EL general, pero aquel año entró en vigor el RE7-001 tergiversando oficialmente el sentido de este toque dando credibilidad al antiguo bulo de que se tocaría en presencia de un general. Y la prueba de que con este reglamento de 2006 se metió a martillazos este concepto —no sé si por desconocimiento— es que en el mismo reglamento, al hablar de la letrilla del toque, dice que puede ser Coronel... a...tención.. lo que demuestra que se dio esa letrilla porque también se tocaba ante la presencia de un coronel. 

En resumen, si se hiciera con lógica, en una acto militar se debería tocar Atención cuando es una orden para el personal formado (alto, alinearse, sobre el hombro, etc) y Atención General para alertar de un toque que afecta a todos los presentes, estén dentro o fuera de formación e independientemente de si preside un general, un coronel o alguien de cualquier otro empleo, como por ejemplo para el Himno Nacional al entrar la Bandera en formación o para el toque de Oración en el acto de homenaje a los Caídos, que afectan a todos los presentes. De hecho así era en mis primeros años de Milicia cuando en las paradas militares se diferenciaba entre el toque de Atención y el de Atención General en función de a quién iba dirigida la orden, no de quién presidiera el acto.

Y otro pero que se da prácticamente siempre actualmente es el del, para mí, incorrecto empleo del toque de Batallón y Llamada. En primer lugar, y a pesar que en todas las normas, circulares o instrucciones que se redactan actualmente de cara a una parada militar, se pone que se interpretará el toque de Batallón y Llamada —o la unión de estos dos toques—, cuando lo que realmente se interpreta es el toque de Batallón, Llamada y Tropa —o la unión de los tres— seguido por una marcha militar que es el momento en el que las unidades pasan a ocupar su puesto en formación. Por cierto, este toque, que es una orden para todas las unidades en formación, debe escucharse en la posición de firmes pues se está recibiendo una orden vía turuta, que para eso va precedido de Atención, no a discreción como tristemente se ve por ahí tantas veces...

En el siguiente vídeo se puede escuchar el toque que actualmente siempre se denomina Batallón y Llamada, cuando realmente es Batallón, Llamada y Tropa:


Para conocer qué parte es cada toque, en los tres siguientes vídeos se puede escuchar:

Atención y Batallón:

Llamada:

Y Tropa:

¿Y qué pasa cuando la unidad que compone una fuerza es una compañía, escuadrón o batería? Pues pasa que esto es otro banco pintado. Como el militar actual dedica muy poco tiempo a estas cosas,  no cae en que si la unidad que forma es una compañía no se puede tocar Batallón. Bueno, sí se puede, porque se oye todos los días, pero no se debe. Cada unidad tiene su toque en base a su entidad por lo que lo que debería interpretarse en ese momento previo a ocupar los puestos en formación cuando es una unidad de entidad compañía es el toque de Compañía, Llamada y Tropa.

Este es el toque de Compañía:

Y este sería el de Compañía, Llamada y tropa:

Y ya, para rematar el asunto de la errónea idea que se tiene sobre los toques de ordenanza, nos encontramos con los casos en los que, al ser unidades de Artillería o de Caballería, al Batallón, Llamada y Tropa le llaman Grupo y Llamada. También nos encontramos en La Legión con el invento del Bandera y Llamada —ignoro si los Regulares hablan de  Tabor y LlamadaEn estos casos es una muestra del total desconocimiento de esta materia. 

A ver, que nos gusta demasiado ser distintos. Un grupo, batallón, bandera o tabor es una unidad tipo batallón, guste o no guste. El toque con nombre propio Batallón no es sólo para uso de los batallones de Infantería o de Ingenieros, sino para uso de los grupos de Artillería, los de Caballería, los tabores de Regulares y las banderas de La Legión. Este toque no tiene diferentes nombres según el emblema que lleve cada unidad en el pecho, se llama toque de Batallón.

Todo tiene su razón de ser. En Artillería, por ejemplo, llamar Grupo al toque de Batallón deriva en llamar Batería al toque de Compañía. Pero resulta que ya existe otro toque distinto llamado Grupo y otro también llamado Batería, ambos con carácter táctico. También existe un toque denominado Escuadrón. Estos toques tienen su finalidad muy distinta a los de Batallón o Compañía por lo que cambiarles el nombre implica que se ejecuta un toque que no corresponde al que figura en la orden de preparación de la parada militar.

En fin, que como puede ver el lector, hasta una cosa tan simple como es el correcto empleo de cada toque de ordenanza lo tergiversamos, y es una pena. Menos mal que ya no se usan estos toques para el combate, pues con este guirigay y desconocimiento de los toques, menuda catástrofe.

¡Ay! qué buenos seríamos si nos preocupáramos por ser buenos en todo...


P.D.- Feliz patrona a los aviadores.