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Hablar pocas veces de la profesión militar es una de las pruebas de gran desidia e ineptitud para la carrera de las armas. (Del art. 14 de las RR.OO de las FAs)

09 junio 2024

GUIONES Y BANDERINES

El viernes charlaba con unos compañeros sobre los colores de los banderines de las compañías, escuadrones y baterías. Este asunto me ha llevado a consultar algo sobre lo que está reglamentado actualmente y me da pie, de paso, a hablar hoy sobre el origen de los guiones y de los banderines y de su evolución a lo largo de los años.


El año pasado hice el curso de Vexilología (estudio de las banderas) que se imparte en el Instituto de Historia y Cultura Militar y, a pesar de que es un tema que siempre había levantado mi curiosidad y había leído algo sobre ello, aprendí cosas muy interesantes.

Lo que podemos considerar el origen del guion en nuestra historia es el vexilium de los romanos, que era un lienzo, generalmente rojo, pendiente de una cruceta que se usaba en combate y señalaba el lugar donde se encontraba el general.  


Desde ahí hasta nuestros días han sido muchos los tipos, formatos, tamaños y colores distintos que han tenido esos utensilios que servían para guiar a las tropas.



Con la creación de los tercios se hace imprescindible la adopción de colores distintos para diferenciar en el despliegue cada una de las compañías.


A principios del siglo XVII aumenta considerablemente el tamaño de las insignias y se diseñan con una gran variedad de figuras y colores, pero siempre en base a la Cruz de San Andrés.


Pero se ve que a Felipe V, que era un tío bastante serio y ordenado, no le gustaba este diseño discotequero de las banderas de sus ejércitos y a principio del siglo XVIII las unificó disponiendo que las Coronelas fueran blancas con la Cruz de Borgoña rematada por coronas reales y dos leones y dos castillos en sus ángulos. Las de los batallones seguirían siendo del color del regimiento, primero, y blancas con otros diseños en varias disposiciones posteriores.

De esa época es importante reseñar el valor místico que iban adquiriendo las banderas. Tras la negativa de un coronel de La Coruña a rendir las banderas al Santísimo durante la procesión del Corpus, como era costumbre no reglamentada en las tropas españolas, Carlos III dictó una real orden por la que obligaba a rendir las banderas tendiéndolas hacia el sacerdote para que éste las bendijera. 

A lo largo del siglo XIX se suceden numerosas órdenes sobre diseño y disposición de las banderas coronelas y de las banderas batallonas según fueran, por ejemplo, de granaderos o de corps, primeros o sucesivos batallones, etc. Esta circunstancia fue llevando poco a poco a la identificación de las enseñas de las unidades como enseña nacional y empiezan poco a poco a volver a tener colores distintos al blanco las banderas insignias de las unidades en un largo proceso con una variadísima evolución de formas, diseños y colores según se tratara de regimientos y batallones de Infantería, Caballería, Artillería, Ingenieros o de Infantería de Marina. Empieza así a nacer el concepto de guion y de banderín para diferenciarlos del de enseña.

Pero claro, como esto es España y hay mucho porque yo lo valgo, hubo regimientos que acataron la orden de 1843 que establecía que todos los cuerpos del Ejército, de la Armada y de la Milicia Nacional adoptarían la bandera usada hasta entonces por los buques de la Marina de Guerra, pero siguieron usando también sus anteriores banderas. Al final se adaptó la orden de tal manera que se permitía el uso de las dos: la roja y gualda como enseña y la anterior como guion. De esta forma llega lo que actualmente entendemos como guion de una unidad. 

¿Y los banderines? Pues los banderines nacieron durante la Guerra de la Independencia como unas banderolas de tela del color de la compañía que la portaba un soldado encastrada en el cañón del fusil, con lo que no podía usar su arma. Como cada compañía llevaba el banderín con el tamaño y color que les daba la gana, a mediados de siglo se reguló su tamaño y colores.



Los banderines tuvieron también muchas reglamentaciones a lo largo del XIX variando sus dimensiones y sus colores y es en 1878 cuando se definen los colores que han llegado a nuestros días y se dispuso que esa banderola fuera sujeta a la bayoneta para así poder hacer uso del arma, como puede verse en la siguiente imagen:

Así seguimos con ligeras variaciones no demasiado reseñables hasta que en 1945, tras la descomunal proliferación de guiones durante la Guerra Civil, se suprimen todos los guiones excepto los de mando de División y los de Regulares y La Legión. ¿Por qué Regulares y Legión solamente? Pues no, no es porque eran las unidades en las que había servido el Gral. Franco, como dicen algunos simplones que leen la historia de España a través de Facebook. El motivo es que los guiones de estas unidades, fundadas en 1911 y 1920, respectivamente, eran guiones nacidos expresamente como insignia de la unidad, y no como enseña nacional, que es lo que tenían el resto de unidades procedentes históricamente de la época en las que usaban aún sus coronelas con esa función. Cuando en 1954 se creó la Bandera Roger de Flor, I de Paracaidistas, heredando el estilo de de su unidad madre, también fue autorizada a usar guion y banderines.

Durante estas décadas hasta los años setenta, se sigue manteniendo el banderín de bayoneta, que era más conocido como banderín de cola por portarlo en su bayoneta un soldado de la última fila de la compañía.



Y es ya a principios de los ochenta del XX cuando se ordena recuperar los guiones y que desaparezcan totalmente los banderines de cola, pasando a portarlos las unidades como los conocemos en la actualidad. En el caso de los banderines ya se venían usando así desde hacía años en algunas unidades. 

Es la NORMA GENERAL 01/22 “SIMBOLOGÍA DEL EJÉRCITO DE TIERRA” la que regula actualmente, además de otros aspectos relacionados con la simbología, los guiones y banderines del ET. 

Hay que comentar que, según la NG 01/22, las terceras compañías deben llevar el banderín blanco, sin embargo en La Legión y en Paracaidistas (no sé en Regulares) las terceras compañías llevan el banderín verde. La razón es simplemente funcional: cuando en combate se localizaba la posición de una compañía mediante su banderín, era difícil distinguir de lejos entre el amarillo de la segunda y el blanco de la tercera, y más si el amarillo estaba descolorido por el sol africano, por lo que muchos jefes de bandera empezaron a cambiarlo. Así ha perdurado y así se contempla aún en las normas de usos y costumbres de estas unidades.




N. del A. Por favor, el que escriba órdenes, instrucciones particulares o circulares, que no escriba guion con tilde, que hace daño a la vista. Portaguión sí  lleva, pero guion no.