17 septiembre 2023

CIII ANIVERSARIO DE LA LEGIÓN

En 2020, con motivo de la multitud de actos previstos para conmemorar el Centenario de La Legión Española, un compañero de promoción me decía que no sabía a qué venía tanto revuelo por cien años cuando la mayoría de los regimientos de cualquier arma habían sobrepasado esa centena con creces. No le faltaba razón ya que, con orgullo para cualquier militar español, tenemos unos regimientos antiquísimos y con una trayectoria histórica encomiable. Estos regimientos han derramado su sangre durante siglos y gracias a ellos España ha llegado a estar en el nivel que ha estado durante siglos. Su sacrificio ha sido y es admirable y ejemplar. 

Es cierto que con lo larga y dilatada que ha sido la Historia Militar de España, celebrar un centésimo aniversario parece "poca cosa" comparado con los hasta quingentésimos aniversarios que pueden celebrar algunas de las unidades que existen actualmente. Así se lo comenté a él, pero también le expuse mi opinión de por qué el Ejército de Tierra se había volcado en la celebración del Centenario Fundacional de La Legión.

Cuando uno ya peina canas debajo de la gorra conoce muchas unidades y su idiosincrasia y se da cuenta de que hay unidades que tienen un muchísimo más acentuado "espíritu de cuerpo" que otras, independientemente de la noble historia que que lleven cargada en sus mochilas unas u otras unidades. Pues bien, este espíritu de cuerpo —muy en desuso y sustituido por la expresión espíritu de unidad— tiene en La Legión un valor elevadísimo a pesar de su joven, pero intensa, historia. Tal vez cuando La Legión cumpla quinientos años de historia —nos quedan cuatrocientos para descubrirlo, paciencia que todo llega— haya otra unidad con un mayor espíritu de cuerpo que las unidades legionarias. De igual manera, tal vez hace cuatrocientos, trescientos o doscientos años había unidades con un espíritu propio mayor, incluso, que el actual espíritu colectivo del Caballero Legionario. Pero a cada uno le toca vivir en una época y actualmente, sin ningún lugar a dudas, el espíritu de pertenencia a una unidad que tiene el legionario no se encuentra en otras unidades; se aproxima mucho en algunas, pero igual... de ninguna manera.

En todo esto influyen mucho, además de su corta pero gloriosa historia, los símbolos y muestras externas que actualmente diferencian a La Legión del resto del Ejército de Tierra. Desde el primer día en que uno se viste la camisa verde y se coloca el chapiri, se siente diferente. ¡Ojo! que no estoy diciendo mejor, estoy diciendo diferente; yo soy de los que saben —tal vez por esas canas que ya peino— que ni uno es mejor que los demás ni los demás son peores que uno. Muchas unidades actuales han demostrado su valor en recientes operaciones con muertos, heridos y cruces del Mérito Militar con Distintivo Rojo, pero creo que en la actualidad el legionario sabe exteriorizar y demostrar su orgullo a los demás de una forma más intensa. En definitiva, creo que La Legión sabe "vender su producto" como nadie y esto es, sin duda, una buena cualidad que consigue que no exista un solo español que no sepa de quién se trata cuando se le habla de La Legión Española. Y es que con tanto caído en combate y tanto laureado en tan corto plazo de tiempo de la Historia de España, no es para menos. 

Y estamos ya inmersos en las celebraciones del CIII Aniversario Fundacional que culminarán el próximo día 20. Ese día se cumplirá, exactamente, un año desde la última ocasión que tuve de vestir la verde camisa abierta cuando formé por última vez junto a mi queridísima Bandera de Zapadores de La Legión en el CII Aniversario.

Como siempre hice tras pasar revista y antes de presentar la unidad al Teniente Coronel Jefe de la Bandera, arengué a los zapadores legionarios. Fue mi última arenga, que recuerdo con gran cariño a pesar de no haber sido —lo reconozco— la mejor y más motivadora de cuantas eché. El torbellino de sentimientos que brotaban en mi corazón en esa última ocasión impedían que mi voz expresara de forma correcta todo lo que me habría gustado decir.

20-SEP-22. Mi última arenga a los Zapadores de La Legión.

Este año volveré a estar presente en el acto militar del 20 SEP, pero fuera de filas. Ya no formaré con mis queridos zapadores legionarios, pero desde fuera de formación cantaré con ellos el Novio de la Muerte y recitaré los espíritus del Credo Legionario, lo celebraré con ellos en la caseta y brindaré con leche de pantera, pero... nada será igual. 

Para cumplir los plazos de El Furriel publico hoy domingo, por lo que me adelanto al día 20 en mis felicitaciones a todos los Caballeros Legionarios de hoy, de ayer y de siempre por esta celebración. 

Los antiguos y veteranos, seguid sintiéndoos orgullosos de que vuestro paso por las filas de La Legión fue parte de la historia de la misma y que vuestro pequeño trabajo diario convirtió en grande la herencia que dejabais a las generaciones venideras. 

Los que aún tenéis la gran fortuna de seguir vistiendo la camisa verde, sentíos orgullosos de haber tenido el valor de acoger voluntariamente el legado que os dejaron todos los que un día gritaron ¡VIVA LA LEGIÓN! y no olvidéis la responsabilidad que adquiristeis voluntariamente de mantener vivo el Espíritu Legionario, pues sois un eslabón más de la recia cadena que impulsa día a día a La Legión porque juntos formamos Bandera. 

Como siempre os decía, haced las cosas con ganas, con alma y con espíritu legionario. Nunca os sintáis funcionarios, sentíos legionarios en todas vuestras acciones, en paz o en guerra y con uniforme o sin él, con todo lo que esa palabra conlleva y que el Fundador supo plasmar en cada uno de los espíritus del Credo Legionario para que los cumplierais como lo cumplieron miles de legionarios antes que nosotros para la grandeza de España y de La Legión.

Nunca olvidéis que formáis parte de ese perfecto engranaje que ha conseguido durante ciento tres años que España deba tanto a La Legión como La Legión debe tanto a Millán-Astray.


Feliz 20 y que nuestro protector, el Cristo de la Buena Muerte, os dé fuerza y os proteja.

DAMAS Y CABALLEROS LEGIONARIOS, CON EL GORRO EN LA MANO IZQUIERDA Y EL BRAZO EN ALTO, GRITAD CONMIGO:

¡VIVA ESPAÑA!

¡VIVA EL REY!

¡VIVA LA LEGIÓN!