08 octubre 2023

Aquí siempre se hiciera así, mi Capitán.

Tuve un teniente coronel en La Legión que me contaba que, cuando llegó destinado de capitán a Pontevedra y  empezó a conocer todo lo posible de su nueva unidad, se encontró con cosas de las que no entendía su porqué y ante su pregunta obtenía, en la mayoría de los casos, la misma respuesta con un profundo acento gallego: "aquí siempre se hiciera así, mi Capitán". 

Durante los tres años en los que fue mi jefe en Almería hablábamos mucho –yo era el jefe de su plana mayor– y usábamos esta frase entre nosotros muy frecuentemente, con acento gallego incluido,  cuando llegábamos a la conclusión de que la única justificación de que algo se hacía de determinada forma era porque siempre se había hecho así.

Esta anécdota, lejos de ser representativa de los zapadores gallegos o de los zapadores almerienses, es una muestra de un vicio generalizado a todo lo largo y ancho del Ejército de Tierra y me temo que también de los otros dos ejércitos.

Hay quien, ignorando la evolución de normas, tácticas, técnicas y procedimientos, piensa que su unidad (desde la escuadra para arriba) está exenta de amoldarse a cualquier cambio que se haya ordenado en su ámbito. No sé si esta mala costumbre se debe a creer que su unidad no necesita esa evolución porque ¿qué sabrá de esto un tío en un despacho en Madrid? o se debe a que, directamente, no tiene ni la más repajolera idea de que algo ha cambiado, porque, por increíble que parezca, hay quien no ha leído un reglamento desde que llevaba cadeteras.

Pero lo peor llega cuando quien te dice que "aquí siempre lo hemos hecho así" es alguien que no había ingresado aún en el Ejército cuando entró en vigor el cambio en cuestión. 

Por ejemplo, antiguamente, pero muy antiguamente, se flexionaba la pierna izquierda en la voz preventiva de paso ligero, pero esto cambió en la edición de 1996 del Reglamento de Orden Cerrado y desde entonces debe flexionarse la derecha. ¡1996! Hay oficiales y suboficiales que ni habían nacido en 1996 y flexionan la pierna izquierda porque dicen que "en esta unidad se hace de siempre así". Nos ha jodío, pues claro que se hace de siempre así; desde antes de 1996, pero no se debe hacer así. Se debe flexionar la rodilla derecha porque un tío en un despacho en Madrid demostró que, al igual que en la salida de una carrera flexionamos y apoyamos el peso sobre la pierna contraria a la que vamos a dar el primer paso, en la salida a paso ligero el primer paso es con el pie izquierdo, por lo que hay que flexionar y echar el peso sobre la pierna derecha. 



Igual pasa, por ejemplo, con a cubrirse. Algunos dinosaurios de mi época estarán ahora mismo preguntándose si de verdad hay quien aún manda a cubrirse o es que me lo estoy inventando para tener algo de lo que escribir este domingo en El Furriel. Pues sí, señores dinosaurios, hay actualmente jóvenes cuadros de mando –algunos sí habían nacido en 1996, pero aún no habían hecho la Primera Comunión– que mandan a cubrirse. ¿Por qué? Pues porque han aprendido de otros que lo aprendieron de otros y éstos de otros, y así sucesivamente, que decían que "aquí siempre se ha mandado a cubrirse".

El problema de todo esto es que, en muchos casos, el desconocimiento del porqué de las cosas y la ignorancia sobre lo que manejamos diariamente convierten al ejercicio del mando en algo carente totalmente de excelencia. Cuando se cambió a cubrirse por alinearse (también en 1996) no fue porque, como ya había mujeres en el Ejército, decir a cubrirse podía tomarse por la 5ª acepción de la RAE de la palabra cubrir: "aparearse con la hembra", como muchos se creen muy erróneamente. El cambio se debió a que el término alinearse es bastante más correcto y la orden no coincide con la de cubrirse referente a colocarse la prenda de cabeza. Cubrirse es la alineación únicamente de las hileras, no de las filas, por eso se cambió a un término más adecuado, que es la orden de alinear tanto hileras como filas.  

Y para que os terminéis de quedar de piedra, señores dinosaurios, aún hay quien da novedades diciendo "cubierta y alineada la compañía". Así, como os lo cuento. De verdad. 

A ver, supongamos que el mando en cuestión quiere ir de antiguo –aunque decir eso es de anciano, más que de antiguo–, y le gusta lo de cubierta y alineada, pues entonces la orden debe ser a cubrirse y a alinearse, porque ya hemos dicho que son cosas distintas. Si manda solo a cubrirse y da novedades de que está la unidad cubierta y alineada, está dando novedades falsas, porque en ningún momento ha ordenado que se alineen las filas, sólo ha ordenado que se alineen las hileras. En fin, que todo esto es lo que originó el cambió de la orden y nada tuvo que ver con el apareamiento del macho con la hembra.

Pero vamos, que esto son solo un par de ejemplos de las cosas que "aquí siempre se hicieran así, mi Capitán", porque casos hay muchos todos los días y no sólo en Orden Cerrado. Pasa con seguir llamando como hace años Comandante de la Guardia al Jefe de la Guardia de Seguridad, Sargento de Cuartel al Suboficial de Cuartel o entrando en descanso cuando se llega a un sitio a paso de maniobra (ahora hay que quedarse en firmes) o... cosas más graves.


En definitiva, que hay que hacer más caso a lo que está escrito que a lo que te cuentan, sobre todo cuando del cumplimiento de órdenes y normas se trata, porque se cuentan muchas milongas.