13 agosto 2023

FRIKILEG

¿Qué es un FRIKILEG? Hace unos años inventé este extraño palabro para definir a unos personajes que, sin ser militares en activo, gustan de vestirse con prendas militares en las que, por supuesto, cuelgan el mayor número posible de medallas e insignias y que se asocian, hermanan o arrejuntan con otros de similares complejos y, sin ningún sentido del ridículo, se lanzan a la calle a desfilar (preferentemente en Semana Santa), asistir a actos y ceremonias militares o a cualquier tipo de sarao patriótico-festivo en el que puedan vestirse de esa guisa y salir a que sus paisanos les hagan fotos y vídeos con los que tendrán una buena excusa para reunirse en algún bar a hablar de su mili. ¿Dices tú de mili...?

El palabro se compone de FRIKI, por razones obvias descritas en el párrafo anterior, y de LEG, por ser el sufijo que caracteriza a las unidades legionarias, ya que el uniforme más deseado y el que más frikis quieren ponerse es el de legionario, aunque en todos lados cuecen habas y hay frikilegs de muchas unidades y ejércitos. Los primeros puestos en el friki-ránking los ocupan los que se visten de legionarios, seguidos muy de cerca por paracaidistas y, a muy poca distancia, los guerrilleros.


No es éste un asunto baladí, ni mucho menos; de hecho, este Furriel tiene en su móvil una carpeta denominada FRIKILEG con más de 2 Gb de fotos y vídeos descargados de redes sociales en las que aparecen personajes de este pelo en los más diversos actos y con las más rocambolescas pintas.



Llevo años estudiando a estos personajes y lo primero que se me ocurre siempre es lo mismo: ¿qué tipo de gente es un Frikileg? El principal rasgo y más común a todos ellos es que son personas acomplejadas, que jamás llegaron a ser nada en el mundo de la Milicia y que pasados los años, aunque hubieran rajado de la Mili en sus años mozos, ahora quieren aparentar que fueron los más extraordinarios y mejores soldados de la Patria. Luego, hay otras características diferenciadoras de según qué personajes porque, aunque parezca mentira, hay asociaciones y hermandades que se nutren de personas que jamás fueron militares y que no vistieron un uniforme ni para hacer la Primera Comunión.


Muchos de ellos cumplieron el Servicio Militar de mala gana, incluso los hay que fueron objetores de conciencia. Los hay que ni siquiera fueron militares, como, por ejemplo, mujeres que por su edad es imposible que lo hubieran sido, pero que en algunas asociaciones y hermandades las integran y les permiten usar un uniforme. 


También los hay que fueron militares de reemplazo o profesionales que estuvieron unos años de servicio y luego se fueron a la calle o cumplieron la edad y que siempre tuvieron un gran orgullo de pertenencia a determinada unidad. Esta circunstancia, que en principio es más que suficiente para asociarse y querer rememorar sus años en activo, se emborrona cuando todos ellos, casi sin excepción, resulta que fueron condecorados, hicieron todos los cursos operativos del mundo mundial (los de paracaidista y Operaciones Especiales no pueden faltar) y se cuelgan hasta las chapas de cerveza en sus uniformes.




El problema de todo esto no es que estos personajes se vistan con unos uniformes que no les corresponde y se junten en una casa a beber leche de pantera, el problema es que salen a la calle, se ofrecen a cofradías y juntas de vecinos para participar en procesiones o fiestas de pueblos e intentan aparentar que son militares de verdad. Para un militar es fácil darse cuenta de que son militares de atrezzo, pero mucha gente, incluso medios de comunicación, creen que son militares de verdad. Y claro, teniendo en cuenta el aspecto de algunos y la extraña marcialidad de otros, flaco favor hacen a la imagen de las Fuerzas Armadas.



Lo peor de todo es que hay ocasiones, demasiadas, en las que los FRIKILEG han sido arropados por mandos y jefes de unidades que les han permitido asistir a sus unidades con esas pintas a practicar el turismo patriótico (el que consiste en asistir a todos los actos militares que hay a 300 km a la redonda de su pueblo hayan sido o no invitados).

Como dije antes, la unidad más imitada es La Legión. Por eso repetidamente los generales jefes de la BRILEG han escrito más de una vez a la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios pidiéndoles que se abstengan del uso de prendas no reglamentadas para los Antiguos Caballeros Legionarios (camisa legionaria con pantalón gris y americana azul marino, con chapiri). Se ha conseguido que no asistan de esa guisa a los cuarteles legionarios, pero no hay provincia en que no sigan aún jugando a soldaditos.


Y así, de modestia llenos,

a los más viejos verás 

tratando de ser lo más 

y de aparentar lo menos.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

La segunda foto es digna de estar en un museo del frikismo. Nada concuerda con lo que supuestamente se deduce respecto a las unidades donde los sujetos aparentan haber estado. Demencial!

Anónimo dijo...

Si nos repasamos el artículo 115 del capítulo VII, de la ley 39/2007. Queda bien reflejado la posibilidad de que una persona en retiro pueda quedar adscrito a una Unidad previa solicitud, pudiendo así vestir el uniforme, de forma correcta,en los actos que se marquen. Todo lo demás es, cómo bien dice mi querido amigo Hernesto una FRIKADA. Un Abrazo, muy buen artículo.

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