31 diciembre 2023

ESPAÑOLES POR EL MUNDO. BOSNIA.

Hoy acaba 2023, año en el que se cumplen 30 años del despliegue en Bosnia-Herzegovina de la Agrupación Táctica "Canarias" en la Operación A/B como parte de la Fuerza de Protección de Naciones Unidas (UNPROFOR), a la que tuve el inmenso honor de pertenecer siendo Sargento de la Compañía de Zapadores del Batallón de Ingenieros Paracaidista I.

Aunque hablaremos de la guerra en general, me centraré en la AGT "Canarias" que es la que conozco y, para mí más importante, fue esta agrupación táctica la que sufrió el mayor número de bajas españolas como consecuencia del recrudecimiento de la guerra en su Área de Responsabilidad. Para hacerse a la idea de lo que supuso la situación de esta agrupación es imprescindible destacar que, de los 23 (más un intérprete) fallecidos españoles en Bosnia durante y después de la guerra, 10 lo fueron de la AGT "Canarias", además de 58 heridos.



Sería muy largo relatar el desarrollo de la Guerra de Bosnia, también conocida como de los Balcanes, y cómo evolucionó e influyó en el Ejército Español, pero, de forma muy resumida, debemos tener muy en cuenta que estalló como consecuencia de una combinación de factores políticos y religiosos, exaltación nacionalista, crisis políticas, sociales y de seguridad que siguieron al final de la Guerra Fría y la caída del comunismo en la antigua Yugoslavia.

En 1991 se desencadenaron conflictos armados en Eslovenia y Croacia, que pronto cesaron en esos países, trasladándose a Bosnia-Herzegovina, donde serbios por un lado y croatas bosnios y musulmanes por otro peleaban por el control del país. El Ejército Serbio era el antiguo Ejército Federal Yugoslavo, más o menos potente, jerarquizado y disciplinado; en cambio los croatas y musulmanes no llegaban a constituir un ejército, sino unas milicias con casi nula formación militar. En estas condiciones, los Serbios tenían controlada la mayor parte del país, pero la guerra de guerrillas (por darle un nombre más militar a los sabotajes e, incluso, al crimen organizado practicados por los grupos extremistas croatas y musulmanes) la compensaban con el esfuerzo principal centrado en la artillería y los morteros machacando constantemente las poblaciones que, una vez casi desoladas, tomarían sin mucho esfuerzo. La población sufrió mucho en esas zonas bombardeadas y sitiadas por los serbios, por lo que la ONU decidió intervenir forzando unos acuerdos de paz y poniendo en marcha una misión de ayuda humanitaria. España envió en noviembre de 1992 el primer contingente, la AGT. "Málaga", que se integró en UNPROFOR con la doble misión de vigilar el cumplimiento de los acuerdos de paz y de proteger los convoyes de ayuda humanitaria –qué sorpresa para muchos que creen que se dice convois–.

Zonas controladas por cada bando

A principio de 1993 los croatas y musulmanes, hasta entonces aliados, pasaron de amigos a enemigos y a combatir entre ellos, sobre todo en la zona de Sarajevo. En abril, durante la semana de relevo entre las agrupaciones "Málaga" y "Canarias", la guerra se extendió al sector asignado a las fuerzas españolas en el valle de río Neretva, principalmente Mostar, donde se registraron los combates más violentos. Desde ese momento se añadía a las misiones de la agrupación la de fuerza de interposición entre los bandos. La Guerra de Bosnia se había convertido en un conflicto con tres bandos enfrentados. Y los Cascos Azules de la "Canarias", en medio de aquel todos contra todos.

Destacamentos españoles

La AGT "Canarias", al igual que su antecesora la "Málaga", estaba formada, en su mayoría por legionarios y paracaidistas. En 1992 aún no existía la Brigada de La Legión, por lo que no existían unidades legionarias de apoyo de fuegos, de apoyo al combate ni de apoyo logístico, por lo que fue la Brigada Paracaidista la designada para proporcionar las unidades de apoyo a los tercios legionarios que eran, únicamente, unidades de Infantería. La agrupación la componían un grupo táctico mecanizado en base a la VIII Bandera "Colón" (del 3er Tercio) y con una compañía de Zapadores y una sección de Transmisiones de la BRIPAC, además de un escuadrón de Caballería, una pequeña unidad de Operaciones Especiales y una compañía de Transmisiones. Al mando de la AGT se encontraba el Coronel Jefe del Tercio Don Juan de Austria 3º de La Legión auxiliado por su PLMM (Plana Mayor de Mando), y por la compañía de PLM y un pequeño Equipo de Apoyo al Mando (capellán, asesor jurídico, etc).



Aquellos seis meses de la "Canarias", de abril a octubre de 1993, fueron de una violencia terrible en la zona española. Los bombardeos, los combates, las minas, los francotiradores y todo esto alimentado por un inmenso odio y una desorbitada sed de venganza entre los contendientes convirtieron el trabajo de los españoles en una misión dura. 

Y creo que fue dura, entre otras cosas, porque teníamos unas reglas de enfrentamiento bastante exigentes impuestas por la ONU cuando realmente estábamos en medio de un fregao tremendo y nos quedábamos con el culo al aire muchas veces. Lo podemos llamar miedo o como queramos llamarlo, pero fuera lo que fuera, se superó cumpliendo el Credo Legionario y el Ideario Paracaidista. Acongojaba bastante cuando por la noche se patrullaba con BMRs blancos por una ciudad a oscuras, con francotiradores en cualquier ventana y RPG-7 en cualquier esquina que sabías perfectamente que te estaban apuntando. Cuando te disparaban una granada de RPG entre dos vehículos de la patrulla para asustarte con el fin de que te fueras y, aún así, te fiabas de la eficacia de los sacos terreros atados con cuerdas sobre el BMR.Cuando entrabas en Mostar de interposición para 24 horas, aunque con raciones y munición para 72, y sabías cuándo entrabas pero no cuándo saldrías. Cuando te hostigaban con fusilería y tenías que contar los impactos en tu BMR a la hora de dar novedades. Cuando con tu VCZ tenías que apartar una barricada que no sabías si tenía minas o trampas porque ni podías sacar la cabeza ni podías bajarte del vehículo para reconocerla pues estaría batida por el fuego de un francotirador. Cuando viajabas por la Ruta Alternativa y recordabas el VEC de Caballería que por esa zona pisó una mina contracarro. Cuando ibas hacia Jablanica y en el check-point del puente de Alexis Jan te paraba un miliciano medio borracho y te daban ganas de bajar y quitarlo de en medio de un guantazo, pero veías arriba a tus once, en el túnel de la vía férrea, un cañón bitubo de 20 mm apuntándote. Hasta cuando tenías que ir a la ducha en albornoz y con el casco y el chaleco puestos pues la situación estaba chunga. Y sobre todo, cuando recordabas que una granada de mortero mató al Tte. Muñoz Castellanos y un francotirador acabó con la vida del Tte Aguilar, ambos en lugares por donde pasábamos a diario varias veces.  

Cruzando el puente de Alexis Jan sobre el Neretva

Por la Ruta Alternativa

Móstar

En mi Z-22 saliendo del destacamento de Dracevo

Podría seguir contando más de estas situaciones, porque hubo muchas. Cualquier componente de La Canarias podría seguir una larga relación de situaciones similares o peores. pero no es cuestión de aburrir. Otro día tal vez siga hablando de Bosnia.

También fue dura por las condiciones de vida y la situación logística, para las que no estábamos perfectamente preparados en el ejército de los 90. Pero pronto el E.T. se puso las pilas y empezó a sacar provechosas lecciones aprendidas de aquella operación Alfa/Bravo.

En diciembre de 1995 se firmaron en París los Acuerdos de Dayton, que pusieron fin a la guerra. Fue entonces cuando intervino la OTAN con la IFOR (Fuerza de Implementación de los acuerdos), que reemplazaba a UNPROFOR, y en 1996 la SFOR (Fuerza de Estabilización). En diciembre de 2004 la SFOR dio paso a la EUFOR, operación militar de la Unión Europea, que en octubre de 2010 se transformó en una misión de asesoramiento a las Fuerzas Armadas de Bosnia-Herzegovina con cuatro militares españoles en Sarajevo (Operación Althea).

La participación española en la Guerra de Bosnia es la gran olvidada. Vivimos una sociedad, tanto civil como militar, con una memoria muy corta. Si ya casi no se habla de Afganistán, pues como para querer que se hable de Bosnia... Pues yo me niego a dejar caer en el olvido aquella operación tan importante para España y que, como excepción, consiguió sus objetivos al 100 % acabando con un conflicto tan salvajemente encarnizado y pacificando aquel país. Me niego, también, a olvidar aquella operación de la que tanto aprendió el Ejército Español y que fue el germen del cambio de tantas tácticas, técnicas y procedimientos.

Pero, sobre todo, me niego a no hacer nada por evitar que caiga en el olvido el merecido recuerdo a nuestros compatriotas que cayeron cumpliendo su deber a miles de kilómetros de España:

Españoles caídos en Bosnia (con su ascenso honorífico a título póstumo)


Hoy hace 30 años que la tercera agrupación, la AGT "Madrid" (generada por la BRIPAC), se comía las uvas en Bosnia.
¡FELIZ 2024!