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Hablar pocas veces de la profesión militar es una de las pruebas de gran desidia e ineptitud para la carrera de las armas. (Del art. 14 de las RR.OO de las FAs)

12 mayo 2024

DESMONTANDO MITOS (IV). Orden cerrado colectivo.

 A pesar de que el domingo pasado terminé mi artículo diciendo que esta semana hablaría de paradas y desfiles, no va a ser así porque me he dado cuenta de que hablé de Orden Cerrado a nivel individual y, por tanto, habría que continuar con el Orden Cerrado a nivel colectivo, que también tiene mucha miga y mucho mito.

Como en el individual, empezamos por lo más simple: recordando ese momento inicial de nuestra vida militar en el que aún sin uniforme nos hacían formar y nos enseñaban el firmes y el descanso y que por ir todavía de paisano terminaban la orden con la voz ejecutiva de YA. Ese tan manido YA, cuyo uso no tiene ninguna base reglamentaria en Orden Cerrado y ya no se hacen los ejercicios para los que estaba establecida esa voz ejecutiva. Me refiero a las antiguas tablas de gimnasia tan de la época de la instrucción de la Tropa de reemplazo.

Las tablas de gimnasia, y posteriormente los ejercicios de entrenamientos de fuerza, estaban reguladas por el manual de Instrucción Físico-Militar y consistían en ejercicios en los que con sincronización de orden cerrado se realizaban ejercicios de fuerza o de elasticidad, con o sin armas, dirigidos por el mando y ejecutados por toda la unidad a la vez acompasando todos los tiempos.

Tabla de gimnasia del Ejército Español.

Brazos extendidos arriba con flexión de tronco adelante y atrás. 20 repeticiones. Al ejercicio. ¡YA! Ésta, que podía ser una cualquiera de las órdenes que se daban en los ejercicios de las tablas de gimnasia demuestra cómo y para qué se daba la voz ejecutiva YA. Pero claro, como siempre digo, en este nuestro querido Ejército se lee poco y muchos hacen las cosas de una forma sin analizar su porqué y entonces nos encontramos que se ha generalizado, siempre que se va en ropa de deporte, el uso de la voz ejecutiva es YA. 

El vigente manual de Instrucción Físico-Militar MI-003 (Tomo I) dice en su apartado 7.5.a.(1) sobre las clases de mando con la voz que el instructor indica el nombre del ejercicio y los ejecutantes lo inician a la voz de “Ya”, siguiendo el ritmo del propio ejercicio. 

Firmes, ¡ya!, alinearse, ¡ya! o de frente ¡ya!, aunque se vaya en chándal o en pantalón corto, son órdenes de Orden Cerrado, por lo que son un gran error, ya que en ningún reglamento de Orden Cerrado, ni actual ni antiguo, se contempla esta voz ejecutiva para cuando no se va de uniforme. Es decir, si se hacen ejercicios en los que hay que coordinar un movimiento en instrucción físico militar, se debe decir YA para empezar ese ejercicio, pero cuando se forma una unidad militar y se dan órdenes de Orden Cerrado, se debe usar siempre la voz ejecutiva reglamentaria de MAR —aunque su pronunciación haya derivado en AR, ARI, AY, EIN, IN y demás sonidos guturales, algunos de ellos rozando el ridículo—.

N.del A. He de reconocer que no conozco a nadie que diga MAR, ni yo mismo. Ni mi padre, que ingresó en el Ejército en 1948, jamás había conocido a nadie que lo pronunciara tan reglamentariamente. Igual va siendo hora de cambiarlo ¿no?

El hecho de conocer el porqué de las cosas facilita mucho su ejecución y, sobre todo, su mando. Está claro que todo el que manda ha pasado en algún momento de su vida por ser mandado. Pero en Orden Cerrado hay veces que pienso si alguno ingresó ya con estrellas o con galones y jamás ha formado parte de la masa porque no es posible que haya olvidado totalmente cómo se ejecutan las órdenes cuando se está siendo mandado. Pasa mucho cuando no dan casi tiempo entre la voz preventiva y la ejecutiva en el armen y en el envainen. ¿Tan difícil es darse cuenta de que sacar el machete y encastrarlo en el fusil requiere su tiempo? 

¿Y cuando se alinea la compañía? Hay quien cree que entre el alinearse y la voz ejecutiva los guías de cabeza alinean la fila automáticamente o algo así, porque inmediatamente dan la ejecutiva y ya está todo mal ya que si los guías están aún alineando la fila, los de detrás es imposible que alineen bien las hileras hasta que terminen los de delante.

Por cierto y hablando de alineaciones. Un mito mitísimo es el de decir que se debe uno alinear, en la fila, mirando al de su derecha cuando para que la alineación sea perfecta debe alinearse con el de la derecha y con el anterior a éste. Del primero verá más parte, pero del segundo debe ver lo que más sobresalga de él (mano con el fusil sobre el hombro cuando se va desfilando, la cara, la visera de la gorra, etc). Una línea recta se define por dos puntos, si yo me sitúo veinte centímetros retrasado respecto a mi compañero estaré siempre alineado. Incluso si me pongo detrás e él estaré alineado con él por una recta. Pero para que una fila de nueve hombres está alineada todos ellos se deben integrar en una misma recta, por lo que tendrán que tener una referencia con el anterior al de su lado. No sé si he sabido explicarme, pero esta es la causa de que en la inmensa mayoría de los casos las compañías desfilen con la parte izquierda retrasada.

Las alineaciones son un mundo muy complejo y no se les da la suficiente importancia, sobre todo con la unidad en movimiento desfilando. Es muy triste cuando en un vista a la derecha la compañía pasa por delante de la tribuna en oblicuo. Y cuando van de a nueve, pues... bueno, se puede medio entender derrochando benevolencia, pero cuando van de a tres y son incapaces de ir alineados tres tíos es que el problema de base es muy gordo. Por cierto, aún hay quien no sabe que de a seis y de a nueve la hilera de la derecha sigue mirando al frente en el vista a la derecha (la izquierda en el vista a la izquierda), pero cuando se va de a tres la hilera de la derecha (o de la izquierda) gira la cabeza y sólo la mantiene al frente el guía de cabeza de esa hilera. Sí, escuadras de gastadores y planas mayores incluidas, aunque a algunos os extrañe (PG-02. ORDEN CERRADO UNIDADES. Apartado 3.1.d).

Y las alineaciones tienen su situación especial en las variaciones, momento en el que nos solemos olvidar de que hay que ir alineado y siempre será el guía exterior de cada fila el que marcará la alineación. Actualmente la PG-00 dice que será la hilera central la que seguirá describiendo el arco con la misma velocidad, siendo la parte interior la que acortará el paso y la exterior la que lo alargará un poco. Creo que es un error describirla así en esta forma actualmente reglamentaria  y era más razonable como lo reflejaba el anterior reglamento de orden cerrado de unidades (RE7-011) en el que marcaba que era la hilera exterior la que mantenía la velocidad y las interiores reducían el paso progresivamente. Actualmente se obliga a que la hilera exterior alargue la zancada y, como el jefe de la compañía va a su paso normal, pues va a lo suyo y al final los de la hilera del extremo van corriendo, con el consiguiente mal efecto estético que hace visto desde fuera. Esta es una de esas cosas que se han cambiado para que lo que se hacía mal ya esté bien hecho haciéndolo igual.

En este momento de la variación surge también una situación que llega al absurdo con el braceo de los oficiales o jefes de compañía y de sección. Que en una variación haya que dejar de bracear tiene su explicación en que se hace para no dar con el puño al de delante en las filas interiores cuando el fuelle es muy cerrado y están casi pegadas las filas en el interior del arco. Por eso no tiene ningún sentido ese mito que se viene viendo desde hace unos pocos años por el que los jefes de compañía y de sección dejan de bracear y pegan las manos al cuerpo durante la variación. Vamos a ver, calamar, ¿para qué dejas de bracear? ¿Vas a darle a alguien? Si no llevas a nadie a menos de dos pasos a tu alrededor y además no subes el brazo hasta la horizontal. En fin, que me parece muy ridículo ver eso.

Decía al principio que hay veces en las que parece que el que manda se olvida de cuando iba en la masa de la compañía. Las variaciones es uno de estos casos. No falla, capitán que hace una variación y en cuanto él la termina empieza a acelerar porque se le va la compañía de delante, es fracaso seguro porque los de la cola, que tienen las piernas más cortas por ser más bajos, tienen que salir corriendo para mantener las distancias. Por eso es fundamental el truco de pegarse bien a la compañía de delante antes de una variación y dejar que se vaya la de delante al terminarla nosotros. Se da la variación despacio y los pobrecillos de la cola no tendrán que salir corriendo para mantener la distancia. Si, además, los últimos llevan placa, tubo, afuste de mortero o radio, sin bracear, les costará mucho más aún alargar el paso.

Y se asegura el caos cuando se sale a paso ligero haciendo una variación. Algunos creen que el paso ligero es carrera de maricón el último y salen dando unas zancadas tremendas. Como, además, cada vez se tiene menos voz enérgica de mando —debería estudiarse más alemán y menos inglés— la cola no suele oír la voz ejecutiva y sale cuando ve que las filas anteriores van saliendo. Como son los más bajitos —y siguen teniendo las piernas igual de cortas que en el párrafo anterior—, pues tienen que salir corriendo como buenamente pueden que es, generalmente, sin marcar el paso de los tambores. Y no falla una cosa, la compañía que está justo delante de la tribuna es la que cuyo capitán más rápido sale y peor sale su compañía. Es matemático.

A propósito del paso ligero, también hay que mencionar a los que corren como patos, pisando con el talón o con toda la planta de la bota en vez de con la puntera. Patos totales. Qué rabia me da eso por la falta de marcialidad que desprenden. Luego también tenemos el otro extremo, los que quieren levantar tanto las rodillas para demostrar su marcialidad que tiene que ir acompasándose con los brazos de forma extremadamente forzada. Si van sin fusil parecen ventiladores con los brazos y algunos casi se caen hacia atrás y si van con fusil llevan tal movimiento de hombros que parecen querer desfilar en la Pasarela Cibeles. Hay que pisar con la puntera y levantar las rodillas con chulería, pero sin exageración anti natural.

Lo que más claro tengo después de tantos años dedicándome a mandar Orden Cerrado (trece años instruyendo a paracaidistas me enseñaron mucho) es que para que algo salga bien debe estar bien mandado. La voz de mando es fundamental. No se trata de desgañitarse al mandar, se trata de mandar enérgicamente, con contundencia. La orden estimula el espíritu del soldado y éste se pone tenso para cumplirla. El soldado debe tener la cara tensa, la espalda recta, el pecho fuera, el culo prieto, la boca cerrada y respirar por las orejas. Para eso hay que mandarle con energía, con mucha energía. 

Repito lo que tantas veces digo: no valen los mediocres que se conforman con ser los mejores en algo, hay que querer ser el mejor en todo o, al menos y como decía la Doctrina antigua sobre la Infantería, un conjunto equilibrado de capacidades medias. Sé que no será popular lo que voy a decir, pero si bien es cierto que al que no sabe inglés le faltan cualidades para mandar una unidad, también lo es que le faltan a quien no tiene una enérgica voz de mando.