03 septiembre 2023

ESTO YA NO ES LO QUE ERA

La Legión ya no es lo que era, le dijo el primer legionario alistado al segundo...

Esta frase, que muchos hemos oído con humor tantas veces, tiene su miga. Da igual que hablemos de legionarios o de cualquier otro tipo de soldado o marinero. En todos lados cuecen habas (y en Cartagena michirones) y en todos lados nos encontramos a los mejores soldados de la Patria que tienen siempre preparada esta frase en su rico vocabulario: esto ya no es lo que era.

En España existe la costumbre de intentar empequeñecer al prójimo para demostrar los méritos propios. No se hace con malicia, ni con desprecio; es algo inherente a nuestra mediterránea forma de ser. Si tengo que estar en lo más alto, prefiero que los demás bajen y así no se dan cuenta de que soy incapaz de subir yo. 

Aunque no sea una mentalidad únicamente militar -la universidad ya no es lo que era, el fútbol ya no es lo que era- sí que es algo que en los ejércitos siempre ha sido una frase muy socorrida en cualquier conversación sobre la vida militar posterior a la de la época del orador, principalmente en las conversaciones de barra de bar. Hablo del típico en mi época sí que eran duras las marchas; así, como si las montañas antes fueran más altas y los kilómetros más largos. 

Estas manifestaciones de exaltación de la gloria personal se dan, principalmente, entre aquellos que estuvieron media hora en la mili o entre aquellos otros que, siendo profesionales, se han dedicado toda su vida a sobrevivir con la única ambición de que su nombre figure en la lista de revista del mes siguiente. En todos los casos siempre tiene la misma finalidad: hacer creer al contertulio que es un tipo duro por haber sobrevivido a su dura vida militar y que jamás España volverá a tener un soldado universal como él.

Pero a ver, que no se me malinterprete; no me estoy refiriendo a comentarios comparando el antes y el ahora. Una cosa es comentar cómo han cambiado las cosas y otra muy distinta es comparar despreciando lo actual, es decir, afirmar que cualquier tiempo pasado fue mejor, cuando lo único cierto -tangible dicen ahora- es que cualquier tiempo pasado fue anterior.

De que el Ejército ha cambiado, no cabe duda. Los jóvenes militares no tienen aún esa percepción, pero la tendrán cada vez más porque el Ejército seguirá cambiando y, en muchos aspectos, se parecerá poco o nada a lo que conocieron en sus primeros años. Entonces surge la pregunta del millón... ¿Cuánto ha cambiado el Ejército? Pues depende de sobre qué estemos hablando, porque según la época ha habido pocos cambios en algunos aspectos que, sin embargo, sí han cambiado mucho respecto a otros tiempos.

Lo verdaderamente importante, más que cuánto ha cambiado, es cómo ha cambiado; ¿ha mejorado o ha empeorado? Pues depende. En algunos aspectos se ha mejorado mucho, pero en otros se echan de menos algunas cosillas de antes. Siempre desde mi subjetivo punto de vista, por supuesto, y teniendo en cuenta que muchas cosas que yo añoro son detestadas por otros que se alegran de que hayan pasado a la historia. 

¿Podría enumerar los cambios positivos y los cambios negativos que yo he experimentado? Pues supongo que sí, pero serían dos largas listas -sin tener claro cuál sería más larga-. 

Invito a quien aún haya llegado a este párrafo sin aburrirse que eche la vista atrás y piense en qué y cómo ha cambiado la vida militar desde sus comienzos. Cuanto más veterano sea, más diferencias encontrará. Unas serán más trascendentales y otras serán de menor importancia, pero lo que habrá que tener siempre claro es que no todos los cambios lo han sido para mal.

El Ejército está vivo, muy vivo, y por eso sufre cambios. Estos cambios a veces son incomprensibles para los que no estamos al nivel de decisión adecuado y, aún sabiendo que esos niveles de decisión muchas veces están alejados de la realidad de las unidades, no sabemos los motivos estratégico-político-económicos que les han obligado a esos cambios. Los cambios se producen en base a un montón de variables y nunca podemos echar la culpa de que esto ya no es lo que era a las nuevas generaciones, que no olvidemos que entran en las FAs procedentes de una sociedad que también cambia. En este antiquísimo Ejército Español, todos hemos formado parte de la nueva generación en nuestros inicios. Hay mucho bocachanclas que dice que La Legión ya no es lo que era en los años 80, seguro que no piensa que habría legionarios que dirían que La Legión de los 80 ya no era lo que era la de los 60, y así sucesivamente. 


Indudablemente hay cosas que, de forma totalmente objetiva, han cambiado a peor y otras que han cambiado a mejor; por eso una cosa es añorar cosas anteriores y otra pensar que siempre todo lo anterior fue mejor. Cada uno en su antes seguro que encuentra cosas de las que da gracias a Dios porque han cambiado.

Cada uno vive la época en la que le toca y vive el Ejército que le toca; no se puede elegir. Si se hubiera podido elegir, a mí me habría gustado nacer en 1900, con lo que podría haber vivido la fundación de La Legión, la guerra de Marruecos, etc., y me habría dado tiempo a llegar a la guerra de Ifni justo antes de pasar a la reserva. 

En fin, que nadie tiene la culpa de que las montañas ahora sean más bajas y los kilómetros más cortos...

N. del A.: Ya de paso recuerdo que La Legión de la década de los 80 fue La Legión que menos operaciones reales llevó a cabo de toda su historia: ninguna. Que luego en las redes sociales no paran de criticar a la actual los que vistieron la camisa verde media hora en esos años y, además, la mayoría de los Frikileg provienen de esos años.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente idea la del blog. He comenzado a leerlo con este artículo, pero me voy a por los demás.
Con la Nota del autor ha hecho “blanco, tocado y hundido” jjajaja.
Mis felicitaciones.

Anónimo dijo...

Tal cual...los que menos fueron son los que años más tarde ,mucho más quisieron. Como dice una frase muy típica del mundo legionario..."al final de la barra del bar siempre hay alguien que te conoce"... y "una hora eran 60 minutos en el siglo III (a. C.) y ahora...solo depende de a que dedicas esa hora...". Gracias Furriel, siempre adelante, sin jamás retroceder.

Anónimo dijo...

El tiempo y los cambios no paran por nadie, incluido el Ejercito.

Gunner dijo...

Menudo melón habéis abierto Sire. Da para una larga tarde de sillón degustando un Macallan. La sociedad avanza y con ella sus ejércitos, la balanza es positiva pero....... (siempre hay un pero). Hemos avanzado en muchas cosas «tangibles» (bonito palabro que esta de actualidad) medios, vestuario (podría ser mejor), normativa en general, alojamientos y un largo etcétera. También hemos erradicado lacras que teníamos en nuestras filas que nos dañaban en demasía. Pero la madre del cordero esta en lo «intangible». Echo de menos la practica de virtudes y principios que actualmente están en desuso en la sociedad civil y no todos practicamos en la milicia. ¿Enseñan en las Academias como se espera puliendo ese diamante en bruto que les llega? ¿En las Unidades nos acoge bajo su ala el antiguo y nos guía explicándonos deberes, tradiciones, usos y buenas costumbres hasta que podemos volar solos? ¿Lo hacemos nosotros posteriormente con esos nuevos sargentos/tenientes? Nos están «funcionarizando». Cada vez oímos con mas frecuencia «la empresa», «soy militar de 0800 a 1500, después no quiero saber nada», «mis derechos», etc, etc. Y para mas inri las asociaciones han venido para quedarse (esto daría para otra entrada). He resumido mucho para no alargarme ya que seguiría escribiendo y aburriría al mas pintao. Dices que «cada uno vive la época en la que le toca y vive el Ejército que le toca; no se puede elegir». Efectivamente así es y debemos hacerlo de la mejor manera posible. Muy buena época 1900/1958, a mi también me hubiera gustado. Podría haber aprendido de Fuentes Pila, de la Paz Orduña, Marquerie............................... y hubiera protegido con mis piezas en Ifni a mis camaradas de armas.

Anónimo dijo...

Como me cabrea esa frase, aún más si lo dice esos gloriosos Legionarios de bar.

Publicar un comentario